De acuerdo con la información del artículo, las dietas veganas generan menores impactos ambientales en comparación con las dietas que incluyen productos de origen animal, fundamentalmente por tres razones:

1. El uso de la tierra: La cría de ganado para carne y lácteos requiere de mucho más espacio y recursos, generando deforestación y pérdida de bosques que almacenan carbono.

2. Los fertilizantes y combustibles: La industria cárnica demanda grandes cantidades de fertilizantes y combustibles fósiles para producir los alimentos que consumen los animales.

3. Las emisiones de metano: Los animales de granja, especialmente el ganado vacuno, emiten grandes cantidades de metano, un potente gas de efecto invernadero.

El estudio presenta evidencia cuantitativa basada en datos de 55.000 personas, midiendo diferentes parámetros ambientales. Esto respalda la conclusión de que las dietas veganas producen menores impactos para el planeta.

Sin embargo, también se muestra que reducir el consumo de carne, aunque se mantengan productos de origen animal en la dieta, ya puede marcar una diferencia positiva en términos ambientales. No es necesario volverse completamente vegano u omitir todos los productos de origen animal.

En general, la información del artículo me parece confiable y basada en un estudio científico serio. Estos hallazgos pueden guiar opciones alimentarias más sostenibles, siempre que se mantenga una dieta nutritiva y variada.